Desde el viernes 7 de este mes la Biblioteca tiene nombre. En efecto, le ha sido impuesto el nombre "Geólogo Roberto Viera". A continuación el texto que distribuyó la sede Esquel de la UNPSJB informando del acto respectivo:
El Geólogo Viera en un agasajo con docentes y personal de la Universidad
"En el inicio de la reunión del Consejo Superior se rindió homenaje
al geólogo Roberto Luis María Viera, fallecido en el mes de Julio
pasado en la ciudad de Comodoro Rivadavia, donde residía y cumplía
funciones como docente de la Facultad de Ciencias Naturales.
Desde hoy la biblioteca universitaria de la Sede Esquel llevará su
nombre.
Momento en que se descubre la placa
"En la mañana de hoy en el Aula Magna de la Sede Esquel de la
Universidad Nacional de la Patagonia, ante miembros del Consejo
Superior, docentes, no docentes, estudiantes, graduados, familiares
y amigos se realizó la ceremonia con palabras alusivas de parte de
la Delegada Zonal, Ingeniera Gladys Carla Rossi, quien emocionada
recordó el trabajo del Dr. Viera, como funcionario, docente impulsor
de la Sede, y señaló la iniciativa de docentes y alumnos del Consejo
Zonal que por unanimidad apoyaron a la propuesta de homenaje.
Otro instante registrado por el diario El Oeste
"En la ceremonia se dio lectura a la Resolución N° 17/2011 del
Consejo Zonal que explicitó la fundamental labor del docente y
científico, empeñado y comprometido pionero que junto a otros
docentes, enfrentaron el difícil inicio de la institución en la región
cordillerana. El trabajo del doctor Viera como delegado zonal en
dos períodos, desde 1989 hasta 1992 y su reelección desde 1992
hasta 1995, su empeño para consolidar la UNPSJB en el actual
campus universitario a la vera de la ruta nacional 259, y su
posterior inauguración el 23 de Noviembre de 1993.
La placa nominal
"En el aspecto de investigación científica se recordó su trabajo
sobre temas tales como las plantas aromáticas y medicinales,
que se consolidó con lo que hoy se denomina, Paider Aromáticas.
Además el documento resolutivo fechado el pasado 27 de
Septiembre, señaló que durante el periodo de gestión de Viera
se realizó el traslado definitivo de la biblioteca al Edificio de
Aulas donde se ocupó al personal para tareas técnicas, para facilitar
la bibliografía a los estudiantes y docentes.
"El acto incluyó un video con imágenes del doctor Viera recordando
sus actividades en la docencia, en el trabajo geológico de campo
cumpliendo trabajos para la UNPSJB como para el SEGEMAR, los
asados y su rueda con amigos con la guitarra de por medio y la
música litoraleña, como el tema "Yo voy mariscando" de Antonio
Tarragó Ros que solía cantar Don Viera, y hoy fue incluido
en la proyección.
"Su hija, la doctora Lorena Viera, con una profunda emoción
agradeció el gesto de la institución de recordar a su padre, y
señaló: "Cuando un hombre empeña su vida en un objetivo
se puede ver a través de los años que él jamás dejó de insistir,
y es el mejor ejemplo que nos dejó; su perserverancia y
amor por esta Universidad, y principalmente los valores". Luego
la vicerectora Alicia Borasso, la decana de la Facultad de
Ciencias Naturales, la delegada zonal de Esquel, Ingeniera
Carla Rossi, Juanita, la compañera de toda la vida del Dr Viera,
su hija la Dra. Lorena Viera descubrieron la placa recordatoria
en el ingreso a la biblioteca ante la presencia de docentes,
estudiantes y no docentes, familiares y amigos que acompañaron
este significativo momento de reconocimiento para un pionero de la
Universidad Nacional de la Patagonia en la cordillera chubutense."
Los libros de una biblioteca universitaria pertenecen a toda la
comunidad donde ésta se encuentra y deben ser protegidos por todos los
usuarios que de su uso se benefician.
El subrayar libros es una costumbre muy arraigada en algunos
lectores. Subrayan los párrafos que les parecen más interesantes,
realizan anotaciones en los márgenes, sombrean parte de la lectura con
marcadores flúo.
Imagen sólo ilustrativa
Utilizan desde el lápiz de color negro hasta marcadores fluorescentes, pasando por lapiceras de tinta, biromes, etcétera.
No hay por qué inmiscuirse en los hábitos de los lectores,
siempre y cuando éstos no se lleven a cabo en libros que pertenecen a
toda una comunidad, en este caso, la comunidad universitaria.
Es decir, en los libros que son propiedad de una persona, ésta tiene todo el derecho de hacer con ellos lo que quiera.
Con los libros de la biblioteca universitaria, no.
Subrayar un libro de una biblioteca como la nuestra, perjudica el
patrimonio y perjudica al próximo usuario a quien lo condiciona en su
lectura. Si hablamos de subrayado con lápiz, es lo menos perjudicial, se
puede borrar. No obstante, quedan las marcas, y en el proceso del
borrar se pueden dañar las páginas.
Ni hablemos si a alguien se le ocurre pasar marcadores flúo por
las páginas de un libro de la biblioteca, tendrá que comprar otro del
mismo valor y reponerlo.
Es necesario tener en cuenta estos asuntos de por sí lógicos,
toda vez que nadie quiere ser avasallado en aquellas cosas que
considera de su propiedad, de la misma manera, nadie debería adjudicarse
el "derecho" de subrayar y hacer anotaciones en un libro que les
pertenece a todos.